Contraportada:
Esta obra de Rosa Luxemburgo, una de las más notables dentro de la polémica desencadenada en la socialdemocracia alemana a finales del sigo XIX acerca de la teoría del derrumbe capitalista, está integramente a replicar y a desmontar las tesis revisionistas de Eduard Bernstein, quien, en su libro Die Voraussetzungen des Sozialismus und die Aufgabe der Sozialdemokratie ( en castellano, Las premisas del socialismo y las tareas de la socialdemocracia), había cuestionado en el plano teórico la vigencia del objetivo final socialdemocráta, esto es, la conquista del poder político y sustitución revolucionaria del capitalismo por un nuevo orden socialista.
Este cuestionamiento lo basa Bernstein en la ausencia ( a finales del siglo XIX ) de condiciones objetivas que permitirán pronosticar la llegada de una catarsis definitivamente destructora en el seno del capitalismo. Tras constatar esa circunstancia, intenta redirigir la doctrina teórica socialdemócrata hacia objetivos reformistas, vertebrados alrededor de los que constituye la praxis del movimiento obrero: la acción sindical, la democratización del Estado y el movimiento cooperativo.
Rosa Luxemburgo se opone frontalmente a esa subordinación de la teoría práctica y proclama la preeminencia del objetivo final revolucionario frente a las distintas estrategias tácticas desarrolladas en la práctica: ... ¨ declaro que no existe para nosotros, en la medida en que somos un partido revolucionario proletario, ninguna cuestión más práctica que la del objetivo final ¨ ( intervención en el Congreso del SPD de Stuttgart, 1898). A partir de esta divergencia básica, se lanza la tarea de desautorizar, desde el punto de vista de la ortodoxia marxista, las tesis revisionistas.
Para ello no realiza, como hacen otros ortodoxos como Kautsky en esa misma polémica, minuciosos exámenes de estadística para contradecir las afirmaciones de Bernstein. Rosa se limita a señalar las contradicciones que, a su juicio, anidan en las construcción bernsteinana; y lleva a las últimas consecuencias la doctrina revisionista para concluir.
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