El pueblo albanés ha abierto el camino de la historia con la espada en la mano. En lucha contra los enemigos internos y externos, ha defendido su existencia como pueblo y nación, ha peleado por la liberación nacional y la independencia, por su tierra y su idioma, por su sustento y la justicia social. Después de siglos de sometimiento, el 28 de noviembre de 1912 logró una gran victoria con la creación del estado nacional albanés independiente.
El movimiento democrático nacional revolucionario recibió nuevo impulso y contenido con el triunfo de la Gran Revolución Socialista de Octubre y la difusión de las ideas comunistas, marcando un momento decisivo también para el destino del pueblo albanés.
En las difíciles condiciones de ocupación nazi-fascista y traicionado por las clases dominantes, el pueblo albanés, bajo el liderazgo del Partido Comunista de Albania ( hoy Partido del Trabajo ), unido en el Frente de Liberación Nacional, se puso de pie y con armas en la mano se lanzó a la guerra más grandiosa de su historia, por la liberación nacional y social. En el fuego de la guerra por la libertad, sobre las ruinas del viejo poder estatal, emergió el nuevo estado albanés de democracia popular como forma de la dictadura del proletariado. El 29 de noviembre de 1944, Albania logró su verdadera independencia y el pueblo albanés tomó su destino en sus manos. La revolución popular triunfó y se abrió una nueva época, la época del socialismo.
En las condiciones del poder del estado popular y bajo el liderazgo del Partido de la clase obrera se realizaron grandes cambios socioeconómicos, los cuales fueron condensados en la primera Constitución del estado socialista albanés. Se acabó con la dominación del capital extranjero y el saqueo de las riquezas del país. Se expropió a los capitalistas y grandes terratenientes, los principales medios de producción pasaron a las manos del pueblo. Se abrió el camino hacia la industrialización socialista del país. La Reforma Agraria dio la tierra aquellos que la trabajan y la colectivización de la tierra puso al campo en el camino del socialismo.
La propiedad social de los medios de producción y el sistema único de economía socialista que predomina en la ciudad y el campo han reemplazado a la propiedad privada y a la economía multiforme. La explotación de clase y la explotación del hombre por el hombre han sido liquidadas. Todo el desarrollo social procede conscientemente, de acuerdo al plan y en interés del pueblo.
En Albania socialista, la clase obrera es la clase dirigente del estado y la sociedad. Se han establecido nuevas relaciones de asistencia mutua y cooperación entre las dos clases amigas de nuestra sociedad, la clase obrera y el campesinado cooperativista, así como el estrato de la intelectualidad popular. El trabajo de buena gana aportado por el pueblo liberado se ha convertido en el factor decisivo del florecimiento de la patria socialista y de la elevación del bienestar general e individual. Albania ha superado su viejo atraso y se ha transformado en un país con una industria y agricultura avanzadas.
Las fuerzas vitales del pueblo fueron liberadas, desencadenando su incansable energía creativa. En el proceso incesante de la revolución, la mujer albanesa ha alcanzado la igualdad en todos los campos, convirtiéndose en una gran fuerza social, avanzando hacia su completa emancipación. La educación y la cultura son propiedad de las amplias masas populares, y la ciencia y el conocimiento se han puesto al servicio de la sociedad. Los fundamentos del oscurantismo religioso han sido destruidos. El perfil moral del hombre trabajador, su conciencia y concepción del mundo, son moldeados basándose en la ideología proletaria, que es la ideología dominante.
El socialismo ha demostrado su superioridad absoluta sobre el viejo orden explotador.
Albania ha entrado en la etapa de la total construcción de la sociedad socialista. Los grandes cambios históricos han creado nuevas condiciones para el desarrollo permanente de la revolución y la construcción socialistas.
La lucha de clase a favor del socialismo, el fortalecimiento permanente del estado de dictadura del proletariado y la profundización de la democracia socialista,, el desarrollo de las fuerzas productivas y el perfeccionamiento de las relaciones socialistas de producción, el mejoramiento constante del bienestar de las masas trabajadoras, la reducción gradual de las diferencias entre la industria y la agricultura, la ciudad y el campo, el trabajo manual e intelectual, la afirmación de la personalidad del hombre en la colectividad socialista, el dominio de la ciencia y tecnología contemporáneas, la revolucionarización ininterrumpida de toda la vida del país, son las principales vías por las que la sociedad socialista está creciendo y avanzando.
El pueblo albanés está decidido a defender la independencia nacional, el poder del estado popular y sus conquistas socialistas contra cualquier enemigo. Albania socialista es siempre un factor activo en la lucha por la liberación nacional y social, por la paz, la libertad y los derechos de los pueblos contra el imperialismo, la reacción y el revisionismo. En su política exterior se guía por lo grandes ideales del socialismo y el comunismo, y lucha por su triunfo en todo el mundo.
El pueblo albanés siempre se ha inspirado en la gran doctrina del marxismo-leninismo, bajo cuya bandera, unido en torno al Partido del Trabajo y bajo su dirección, está realizando la construcción de la sociedad socialista para pasar, más adelante, gradualmente, hacia la sociedad comunista.
Por último dar las gracias al camarada que haya traducido al castellano está constitución.
Leer aquí constitución albanesa: