martes, 13 de septiembre de 2011

Conoce el Marxismo-Leninismo.6 El Socialismo y el Comunismo

Con la desaparición objetiva de las clases sociales, la consolidación del Estado socialista y el fin de la reacción contrarrevolucionaria abierta, comienza la etapa de construcción del Socialismo. El SOCIALISMO es en sí comunismo, aunque en una fase inferior, todavía existen clases -el proletariado y el campesinado- y existe un Estado -el Socialista-. Pero, por una parte, las relaciones entre el campesinado y el proletariado no son antagónicas, sino que persiguen un mismo fin: la consecución del comunismo. Y, por otra parte, el Estado socialista no es un Estado ya. Porque, conforme el poder va pasando realmente a las masas - la administración de la economía, de la vida, de la autodefensa...- el Estado va desapareciendo, ¨ extinguiéndose¨, como decía Engels. Conforme avanza el Socialismo, se extingue el Estado, y las distinciones entre las dos clases amigas se difuminan hasta fraguar una nueva categoría histórica: cuando ambos participan de igual manera en la gestión económica de los medios de producción, se conforma el PUEBLO, sin diferencia clasistas.


Es esencial tener en cuenta cual es el medio principal para la socialización efectiva y real de los medios de producción: la ECONOMÍA PLANIFICADA. Esto quiere decir que la evaluación de las necesidades sociales, el cómo producir los bienes que se necesitan para satisfacerlas, la producción misma, su distribución y su consumo no son, como en el capitalismo, decididos por las grandes multinacionales, ni existe superproducción en unos sectores ni escasez en otros, sino que, al planificarse todo el proceso productivo, se puede adecuar tanto a las necesidades como a la capacidad real de producción de las masas. Progresivamente, la planificación económica se va descentralizando hasta que cada individuo es consciente tanto del proceso general de producción como de sus tareas concretas, y participa en su gestión, administración y decisión.


Por otra parte, con el Socialismo, y al calor de las nuevas relaciones sociales de producción - las socialistas-, se va formando un nuevo tipo de persona: el individuo no egoísta  - pues ya no existe la propiedad-, el individuo que forma parte conscientemente de la planificación y ejecución de la producción, de manera seria pero ilusionante: en una palabra, el hombre nuevo socialista.


De esta manera, conforme se transforma la infraestructura económica, va cambiando la superestructura ideológica  - tanto las instituciones, como la mentalidad de las personas-.


Cuando el Socialismo, gracias a la economía planificada y las inmensas fuerzas de productivas desatadas por la Revolución, alcanza unas grandes dimensiones, cuando la técnica y la ciencia están desarrolladas, cuando la mayoría del Pueblo participa activamente en la administración de la vida social, cuando ya no existen diferencias de clase, cuando el Estado prácticamente desaparece y,  lo más importante, cuando el Socialismo ha triunfado en todos o la mayoría de los países del mundo -y, por lo tanto, no existen ya amenazas reales para el triunfo del proletariado- se alcanza el COMUNISMO, régimen histórico caracterizado por la inexistencia de clases, Estado ni explotación, y en la que cumple la consigna ¨ DE CADA CUAL SEGÚN SU CAPACIDAD, A CADA CUAL SEGÚN SU NECESIDAD¨. Es decir, como, por una parte, la producción a aumentado de forma gigantesca gracias a la planificación de la economía y, por otra parte, ya ha surgido y se ha difundido, de generación revolucionaria en generación revolucionaria, el hombre nuevo socialista, con una forma de pensar completamente distinta de los prejuicios y valores burgueses, será posible que cada individuo aporte al colectivo aquello que pueda, y reciba del trabajo social aquello que necesita para satisfacer sus necesidades. Con el triunfo del comunismo dejara de ser necesario un aparato represivo 
- Estado-, pues desaparecerán las causas objetivas que le dieron vida: las clases.


El triunfo del comunismo no es un deseo de unos cuantos, o una utopía, como suele decirse - incluso en nuestras propias filas-. El comunismo es un modo de producción histórico inevitable. El comunismo significa el fin de miles de años de explotación, precisamente porque la explotación del hombre por el hombre ha dejado de ser progresiva: es reaccionaria, anticuada y vieja. El comunismo se impondrá porque así lo dictan las ineluctables leyes de la historia, condensadas en la ciencia marxista-leninista. Su triunfo imparable, por mucho que le pese a la burguesía. A nosotros, a nuestra capacidad de trabajo, a las masas obreras y a su Partido compete que esto se produzca dentro de muchos años o, por el contrario, que nosotros mismos podamos ver con nuestros propios ojos la victoria del COMUNISMO.


¨ ¡ PROLETARIOS DE TODOS LOS PAÍSES, UNÍOS! ¨




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