Por partes. La duda entre revolución y reforma quedó aclarada hace ya bastantes años por el camarada Lenin:
¨ Los capitalistas no van a permitirnos instaurar el socialismo así, por la cara¨. Es lógico que los capitalistas nos dejen hacer profundas transformaciones valiéndose, además, de su propio Estado.
El caso de Allende en Chile y posteriormente el golpe yanki-fascista de Pinochet, o el levantamiento del genocida Franco en la España democrática del 36 tras el triunfo del Frente Popular es sumamente ilustrativo de lo que es la reacción burguesa ante un proceso socialista ¨ legal ¨. Pero, por si alguien no lo tiene suficiente claro, el revisionismo o la socialdemocracia no es la mejor arma para derrocar al capital.
Para que se entienda mejor esto último vamos a analizar lo que ocurre en occidente y en España más concretamente. Los capitalistas con el consentimiento de socialdemócratas y revisionistas han implantado el sistema del ¨ bienestar¨, pero solo en occidente, mientras que tres cuartas partes del mundo se pudren en la miseria, es decir, nuestro sistema del ¨ bienestar¨ se levanta sobre el sistema del ¨ malestar¨ de tres cuartas partes del mundo. Pero es que además, ¿ ha desaparecido la explotación en los estados del ¨ bienestar¨ ? ¿ han desaparecido las clases, la gente que se enriquece a costa del trabajo ajeno? ¿ ha desaparecido, acaso, la policía, el Estado, el ejército, la discriminación racial o sexual ? ¿ el pueblo es dueño de si mismo? Respuesta inmediata a todas estas preguntas: NO. Y aquí, en el estado español, ni pleno empleo, ni redistribución de la renta, ni nada. Así que, vayan a otro sitio a vender esa moto.
Y, ahora, a lo nuestro. Según se va desarrollando el capitalismo, sus crisis son cada vez más agudas - lo que nos ha tocado vivir sin ir más lejos- : la que enfrenta a obreros contra los capitalistas, la que enfrenta a las clases populares de los países explotados contra su burguesía nacional y contra la burguesía internacional, la que enfrenta a los propios capitalistas por rapiñar la riqueza... y junto con estas, otras secundarias: la degeneración medioambiental por culpa de la producción caótica capitalista, la doble explotación de la mujer o de el joven... Es decir, van madurando las CONDICIONES OBJETIVAS para que se produzca un proceso revolucionario. Por otra parte, y si los partidos y organizaciones obreras y comunistas hacemos bien nuestro trabajo - lucha política e ideológica-, si vamos organizando a la clase obrera y, en torno a ella al resto de las masas, si vamos difundiendo entre los trabajadores y trabajadoras una conciencia revolucionaria, se van creando CONDICIONES SUBJETIVAS. Es decir: para poder hablar de proceso revolucionario, primero tiene que PODER haber una revolución a la vez que las masas deben QUERER llevarlo acabo.
Pero una revolución no consiste en tomar las armas, pegar cuatro tiros y ya está. Eso es lo que creen los anarquistas: una mañana nos levantamos todos, y, ¡ hala !, acabaremos con el capitalismo. Pero las cosas no son tan sencillas: ¿ los burgueses van a desaparecer así porque sí?¿ por que digamos ¨queda abolida la propiedad privada¨ esa desaparecerá sola?, y ¿ que ocurrirá si los capitalistas llevan a cabo una guerra civil para tratar de acabar con el Socialismo - como, por otra, han intentado en todos los países que han comenzado una revolución socialista-?.
Sabemos que estamos viviendo en una sociedad con clases, con Estado, con explotación... y que, cuando esta se derrumbe, se impondrá una sociedad de igualdad, sin clases y sin Estado. Pero eso no quiere decir que la explotación, las clases y el Estado puedan desaparecer de un plumazo. La historia demuestra que con la revolución comienza la construcción del Socialismo, no acaba. Al revés, viene lo más difícil.
La historia del movimiento obrero revolucionario nos enseña que existen etapas para acabar con el capitalismo. Dicho de manera esquemática, aunque esto no quiera decir que hay que dar estos pasos como si fuera una receta.
La historia del movimiento obrero revolucionario nos enseña que existen etapas para acabar con el capitalismo. Dicho de manera esquemática, aunque esto no quiera decir que hay que dar estos pasos como si fuera una receta de cocina, son los siguientes:
- Organización de las masas trabajadoras en torno al proletariado -que es la clase más combativa y a la que más interesa la desaparición del capitalismo-. Organización del proletariado en torno a su vanguardia, que su Partido Comunista. El Partido se compone de los elementos más destacados, más conscientes de la necesidad de llevar a cabo la revolución, de cuadros organizadores, propagandistas y agitadores de masas, de dirigentes de la clase obrera. Difusión de la conciencia de clases desde sus formas más inferiores -para la lucha económica- hasta las más elevadas -ser conscientes de su papel histórico revolucionario-.
- Es importante la relación que existe entre Partido y las masas. Ambos son partes de la clase obrera. El Partido reúne, como decíamos, a los elementos más destacados del proletariado. Su tarea es organizar y dirigir la actividad de las masas hacia la consecución de sus objetivos, así como difundir la conciencia de clase. Esto es, la VANGUARDIA DEL PROLETARIADO. La parte más combatiente de la clase obrera. Conforme aumenta la conciencia de clase, y después, en el Socialismo -como veremos-, cada vez más elementos de las masas alcanzan las posiciones de la vanguardia, hasta que la diferencia desaparece. Eso ocurrirá plenamente en el Comunismo.
- Construcción del PODER OBRERO: no podemos hacer la revolución y sentarnos a esperar que caiga el Socialismo del cielo. Es preciso llevar a cabo la subversión completa del capitalismo, expropiar a los capitalistas, organizar la producción, la enseñanza, la defensa de la Revolución... y múltiples tareas en las que es preciso ir preparando un PODER OBRERO, un futuro Estado Proletario que asuma el poder y dirija la transformación de la sociedad capitalista en SOCIALISTA. En Rusia, por ejemplo, el poder obrero adoptó la forma de los Soviets. El poder obrero es la organización de lucha más elevada que existe aún dentro del capitalismo
- Después cuando las condiciones son óptimas para ello, es preciso conquistar el poder político. Esto no tiene nada que ver con ¨tomar el poder del Estado¨ o ¨dar un golpe de Estado¨. Al proletariado de nada le sirve el viejo aparato del Estado burgués, lleno de funcionarios adictos al capitalismo. Necesita su propio Estado. En lo que consiste, pues, es en asaltar el poder político, en traspasar el poder de los órganos burgueses a los proletarios. Esto, por supuesto, tiene que hacerse de una manera brusca y revolucionaria -pues la burguesía nunca lo permitiría de buena gana-. En otras palabras: todo el poder para el proletariado.
- El tema de la violencia revolucionaria es secundario. Se deberá de hacer uso de la violencia en la medida en la que esta sea necesaria, ni más ni menos. Pero el acto de toma del poder y hacer desaparecer a la clase dominante, es, en sí, violento y brusco.Lo fundamental es elegir el momento. Lenin - que en esto de hacer revoluciones sabía bastante- decía que el momento propicio para asaltar el poder político es cuando ¨ los de arriba ya no pueden gobernar por un momento más y los de abajo ya no quieren ser dominados ni un momento más ¨. No se puede, decía Lenin, jugar a la insurrección. Levantar a las masas antes de tiempo tiene consecuencias funestas, lo mismo que separar y dejar pasar la oportunidad. Hay que determinar el momento más adecuado - una crisis económica sería, una guerra..- en la que el enemigo de clase es débil y el proletariado fuerte, decidido y unido. Y, una vez se pasa a la insurrección, no detenerse, llevar el proceso hasta el final.
- A partir de que el poder pasa a manos del proletariado, comienza una etapa de transición denominada DICTADURA DEL PROLETARIADO. Desde el momento en el que el proletariado toma en sus manos el poder, se constituye una reacción -que trata de volver al pasado capitalista- y que emplea a todos los medios a su alcance para acabar con el poder socialista: guerra civil, intervención extranjera, golpe de estado, sabotajes... El proletariado debe, para poder comenzar a construir el socialismo, aplastar toda reacción. La clase dominante, que ahora es clase dominada, debe desaparecer como clase: expropiación de sus propiedades, trabajo obligatorio, encarcelamiento de los elementos más peligrosos de la contrarevolución, y, en algunos casos -como ocurrió con el zar y su familia-, la aplicación de las más implacable justicia revolucionaria. Durante este periodo las clases siguen existiendo, y por lo tanto, también la lucha de clases, y de manera más cruenta. La diferencia reside en que, ahora, el poder está en manos de la clase obrera, y existe un Estado obrero para reprimir a la clase burguesa. La dictadura del proletariado es, evidentemente, una dictadura en el sentido de que se ejerce el poder de manera violenta e ilimitada. Pero la dictadura del proletariado es DEMOCRÁTICA porque la ejerce la mayoría de la población: el proletariado en alianza con el campesinado sobre una reducida minoría -la clase burguesa derrotada- y no al revés,como en el capitalismo.
- Para acabar con el capitalismo, lo fundamental es atentar contra su esencia, es decir, la propiedad privada de los medios de producción: la principal tarea de la dictadura del proletariado, junto con el aplastamiento de la reacción burguesa, consiste en abolir la propiedad privada, tanto en lo formal o jurídico como, especialmente, en lo efectivo: la nacionalización completa de todos los medios de producción. De esta manera se sientan las bases objetivas para la construcción del Socialismo como más adelante veremos.
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